La Ciudad de Sevilla acoge desde el 7 de septiembre una colección valorada en decenas de millones de euros, que junta representa una experiencia inédita desde el punto de vista artístico, estético, museológico e histórico.
Esta muestra es producto de una rigurosa selección de una treintena de obras producidas por uno de los artistas mexicanos más consagrados. Éstas abarcan su prolífica etapa en el movimiento vanguardista desde entre los años 1906 a 1923.
La muestra, organizada por la Fundación Unicaja, es de un singular valor, ya que representa el irremplazable talento de uno de los artistas americanos de mayor trascendencia del siglo XX.
La organización de esta muestra se enmarca en el interés de la difusión cultural de expresiones artísticas de calidad y por acercar la cultura y las artes plásticas al gran público.
La exposición «Diego Rivera, cubista. De la Academia a la Vanguardia. 1907-1921», invita al público a conocer la obra cubista del reconocido pintor mexicano Diego Rivera, y ofrece una oportunidad única de disfrutar de las obras del maestro mexicano en su acercamiento a las Vanguardias y al Cubismo. Se trata de una exposición única, que se compone de patrimonio artístico invaluable, procedente de una decena de museos, instituciones culturales y colecciones particulares de distintos países como México, Estados Unidos, Holanda, Noruega y Ucrania.
Así, esta muestra expone una treintena de obras, muchas de ellas desconocidas por el público, que proceden de diversas colecciones particulares y de una decena de Museos y colecciones, como el Instituto Veracruzano de la Cultura, perteneciente al Gobierno de Veracruz, México, que es propietario de cinco de las obras más importantes de esta muestra, y las ha cedido en préstamo para que el público español pueda disfrutar del legado de este artista de talla universal.
Otras obras proceden del Museo Amparo, el Museo de Guadalajara, la Fundación Televisa y la Fundación JAPS de México; la National Gallery of Art de Washington, el Arkansas Art Center o la Colección Bronfman de Estados Unidos; el Museo Voloshin de Ucrania, del que procede el cuadro “Retrato de M. O. Voloshin”, inédito para el público general; y el Museo Kröller-Müller de Holanda, entre otros. Las obras recogidas en esta exposición están realizadas con distintas técnicas como acuarela o lápiz grafito sobre papel, y óleo sobre distintos soportes como tela, madera o corcho, entre otras técnicas artísticas. La temática de las obras cubistas de Diego Rivera que recoge esta exposición abarca desde paisajes y bodegones hasta retratos y escenas costumbristas.
La pintura mural de Diego Rivera es internacionalmente reconocida y ha sido objeto de múltiples investigaciones, libros y exposiciones en todo el mundo. Menos conocida es la obra que realizó en Europa, donde residió casi catorce años, entre 1907 y 1921, lo que equivale a un tercio de toda su carrera artística. Es la obra de esta etapa la que el visitante podrá descubrir y contemplar en esta exposición que se inaugurará en la Casa de las Provincias de Sevilla.
Se destacó y se consagró entre los grandes pintores universales por la forma peculiar de transmitir sus emociones y sensaciones, contando en cada cuadro una historia de la época y el contexto próximo que le tocó vivir.
El Maestro Rivera tuvo contacto con el cubismo en Europa, formando parte de la época prevanguardista, y retomando ese movimiento que permitió la ruptura definitiva con la pintura tradicional.
Primero en España y después en Francia, Diego Rivera se sumergió en este movimiento artístico. Llegado desde México gracias a una beca de estudios concedida por el Gobernador del Estado de Veracruz de ese entonces, el artista pudo adentrarse en la primera vanguardia y entender así un contexto europeo lleno de facetas artísticas.
Diego Rivera asimiló las tendencias artísticas de principios del siglo XX, desde el impresionismo al postimpresionismo, y de Paul Cézanne a Auguste Renoir o a Jean Auguste Dominique Ingres, hasta los neoclasicismos de vanguardia, con una etapa muy fructífera en relación con el cubismo. Habría que destacar su experiencia con este último movimiento, obra poco vista por el público en general, que ha sido objeto de mayor estudio en las últimas décadas y que ahora se podrá visitar en Sevilla.
Su corto paso por el cubismo no solo aportó a la teoría y escuela artística, sino que generó lo que él llamaba ‘la cuarta dimensión del espacio”, una forma excepcional de entender este movimiento.
A pesar de su prolífica etapa dentro de este movimiento, mas de 200 obras, el Maestro Rivera abandona definitivamente esta fase artística y se vuelca en la siguiente etapa que le lleva a su consagración como un talento universal: la pintura figurativa y su etapa más brillante como muralista.
Las cinco obras propiedad del Estado de Veracruz, que componen esta importante exposición, vistas por primera vez en Europa son obras inéditas de gran relevancia, entre estas se encuentran “Bodegón con taza” 1915, y “Naturaleza muerta con botella” 1914.