En los últimos años, muchas marcas aportan sus innovaciones al campo del calzado de bienestar.

En los últimos tiempos, el mundo del calzado ha avanzado a gran velocidad. La evolución en los últimos cinco años ha sido mayor que en varios siglos. Y todo ello tuvo como desencadenante el trabajo de una persona: el ingeniero suizo Karl Müller.
En 1996, Karl Müller lanzó al mercado su primera creación: el zapato MBT. Fue una revolución absoluta, un producto totalmente diferente a lo hasta entonces conocido. Muy pocos apostaban por su éxito. Pero poco a poco la lógica se fue imponiendo: el calzado hacía realmente lo que Müller prometía (mejoraba la postura, reducía dolores de espalda y articulaciones, consumía más calorías…). Parecía algo mágico.
Las cosas más evidentes nos pasan muchas veces desapercibidas. Visto ahora, parece lógico pensar que el soporte de toda nuestra estructura corporal tiene una gran importancia. Sin embargo, hasta ese momento, los zapatos eran simplemente una forma de proteger los pies de las agresiones exteriores (golpes, temperatura…). No nos dábamos cuenta de que el calzado influye decisivamente en todo nuestro cuerpo.
Además, el dictado de la moda hacía que muchas veces el diseño acabase perjudicando más de lo que beneficiaba.
Karl Müller se dio cuenta de que el cuerpo humano no estaba hecho para caminar por superficies lisas y duras, ya que de esa manera había muchos músculos que dejaban de trabajar, muchas articulaciones que sufrían más impactos que los que podían soportar y, en general, había que adoptar unas posturas perjudiciales para el cuerpo. Por eso, uno de los grandes males de las sociedades urbanas actuales es el dolor de espalda.
Han pasado más de 14 años desde que salieron a la venta esos primeros zapatos que se dieron en llamar calzado fisiológico. Durante muchos años fueron una rareza en un mercado del calzado en el que los fabricantes se obstinaban en continuar con sus diseños habituales. Pero poco a poco, la lógica se ha ido imponiendo y cientos de marcas se han lanzado a fabricar calzado saludable, calzado de bienestar.
Como suele suceder en estos casos, hay muchas marcas que se han limitado a imitar lo que había, con mayor o menor éxito (en general, por lo que hemos podido probar, suelen ser peores que los MBT). Pero también hay muchas marcas que han desarrollado sus propios productos, aportando valores añadidos. Es la lógica de la evolución.
A estas alturas, la comunidad científica está prácticamente de acuerdo en que un buen calzado inestable es mejor para el cuerpo que los tradicionales zapatos estables. Esta inestabilidad mejora nuestro equilibrio y nuestra postura, hace trabajar nuestra musculatura, mejora la circulación… Por eso todos los zapatos de esta nueva generación aportan esa inestabilidad, en mayor o menor grado.
Hay que hacer un inciso para explicar que muchos fabricantes se están centrando en anunciar que sus zapatos adelgazan. Es cierto que todo este calzado, al promover un mayor uso de la musculatura, hace que se consuman más calorías y, por lo tanto, en igualdad de condiciones, haría que se adelgazase o que no se engordase al mismo ritmo que con un calzado normal. No se trata de ningún milagro. Simplemente hay que andar lo mismo que andábamos antes y comer lo mismo que comíamos antes. En cualquier caso, que nadie piense que es magia: un mayor trabajo muscular supone un mayor cansancio. Lo cierto es que, si lo soportamos los primeros días, poco a poco el cuerpo se acostumbra y el cansancio va desapareciendo. Es como ir al gimnasio o comenzar cualquier nueva actividad física: los primeros días se nota mucho más el cansancio, pero poco a poco el cuerpo se va haciendo a ello.
En el caso del calzado, la ventaja es que no tenemos que hacer nada especial. Simplemente haciendo nuestra vida cotidiana, pasamos a consumir más calorías. Luego hay que tener en cuenta que si esta actividad física nos da más hambre y comemos más, tampoco vamos a adelgazar, ya que al final se trata de sumar las calorías ingeridas y restar las consumidas.

Joya, la evolución
Aclarado esto, vamos a hablar ahora de los nuevos calzados. Y a este respecto hay que mencionar, en primer lugar, a la nueva “criatura” del padre del calzado fisiológico. En 2006, Karl Müller se desvinculó de MBT, por desacuerdos con sus socios. Tras 10 años, Müller quería avanzar, conseguir algo mejor. Él sabía lo que funcionaba y lo que no funcionaba en su creación y quería mejorarlo. Es preciso hacer un apunte breve de la personalidad de Müller.
Müller es un ingeniero suizo que ha vivido a caballo entre su país y Corea del Norte, el de su esposa. Müller tiene además siete hijos (cuatro de ellos adoptados) y es una familia con una potente concepción religiosa de la vida, que les lleva a financiar diversas ONGs y a invertir una gran parte de sus beneficios en los más desfavorecidos. Por eso, Müller se planteó el calzado como un producto para beneficiar a los usuarios.
Así pues, al salir de su empresa anterior, montó un centro de investigación en su pueblo de Suiza, Roggwil. Y de ese centro han ido surgiendo diferentes productos, no sólo del campo del calzado. Pero centrándonos en éste, su creación más aclamada hasta el momento ha sido la marca Joya.
Joya es una nueva evolución, un nuevo avance, y un calzado más universal, ya que, a diferencia de los de la generación anterior, no necesita ningún entrenamiento previo. Cualquiera puede ponérselos y empezar a andar.
Hay varias piezas formando su estructura, pero las dos principales son las que se encuentran entre la suela y la plantilla. Con diferentes densidades en cada punto, consigue que la presión se distribuya en toda la planta, evitando así dolores en talones y metatarsos, que dejan de soportar por sí solos todo el peso del cuerpo. Una pequeña inestabilidad lateral refuerza la musculatura del tobillo (con el calzado convencional, sólo hacemos un movimiento en un sentido, con lo que los músculos encargados del movimiento lateral se atrofian y somos más propensos a sufrir esguinces). Los primeros días que se usa Joya, se suele notar que los pies se van hacia dentro o hacia fuera. En unos pocos días, la musculatura coge tono y sujeta perfectamente los tobillos.
Por otra parte, al caminar, la suela de Joya absorbe los impactos, para que no sufran las articulaciones o la espalda. Todo ello va consiguiendo un mayor trabajo de la musculatura interna, que en poco tiempo acaba redundando en una mejora de la postura y la sensible reducción de molestias en espalda, rodilla, cadera…
Otro aspecto que hay que destacar en este calzado es que, a diferencia de otros cuya plantilla es rígida, se consigue que trabaje la musculatura de los pies (puente y dedos), lo cual viene bien para prevenir fascitis plantar o metatarsalgias.
Joya ha conseguido, de esta manera, un calzado extremadamente blando y cómodo, incrementando, además, los beneficios de los anteriores calzados fisiológicos.

FitFlop, la sorpresa
Por diferente camino, y nunca mejor empleado el término, otra marca ha llegado a resultados similares. Se trata de la marca inglesa FitFlop. Desarrollados en el Centro de Rendimiento Humano de la Universidad South Bank de Londres, los FitFlop se basan en una suela con tres diferentes densidades (la mayor en la zona del talón y la menor en la zona media), consiguiendo absorber los impactos, proteger los dedos, incrementar la actividad muscular y aportar una pequeña inestabildad lateral. Además se trata también de un calzado muy cómodo.
En su corta vida, FitFlop ha conseguido hacerse un hueco importante, siendo todo un fenómeno en Gran Bretaña, donde la satisfacción de sus usuarias ha hecho que funcione el «boca en boca» y las ventas se hayan disparado.

Mephisto Sano y su exclusiva suela
Otra marca que se ha apuntado al carro del calzado fisiológico es la francesa Mephisto, un histórico en el mundo del calzado de calidad. Mephisto ha desarrollado su línea Sano, partiendo del concepto de MBT, y aportando una serie de mejoras. Así, por ejemplo, ha añadido una suela antideslizante, solucionando uno de los problemas del que se quejan muchos usuarios de MBT.
Pero la mejora fundamental se encuentra en el interior de la suela, con dos partes bien diferenciadas: en la parte delantera ha incorporado un sistema “multivibración”, que provoca una ligera inestabilidad, y que ayuda a estimular músculos atrofiados por el escaso uso que les damos en nuestra vida diaria. Y en la parte trasera ha incorporado el absorbedor de golpes IPS (Estimulador de Potencia Integrado). Se trata de una serie de pequeños muelles que retoman la energía generada al caminar, comprimiéndose y expandiéndose para propulsar al pie, ayudándole en cada paso.

Stretch Walker de Xsensible, el fisiológico flexible
Xsensible es una más que centenaria empresa de Dinamarca que hace ya 35 años se transformó para desarrollar el concepto de calzado flexible. Todas sus creaciones cuentan con partes flexibles en puntos estudiados para hacer más cómodo el calzado y favorecer su uso sin problemas por personas que tengan pies anchos o empeines elevados. Ahora Xsensible se une también al movimiento del calzado fisiológico, creando su línea Stretch Walker.
Stretch Walker aporta, como innovación, una cuña rígida en el centro de la suela, en un punto estudiado para conseguir que, al estar quieto, se logre una postura adecuada. Muchos usuarios de MBT se quejan de que tienen que estar siempre moviéndose, con lo que les llega a resultar agotador. Con Stretch Walker es el usuario quien decide si quiere moverse o permanecer estable en una postura correcta. Además, en esa postura se descargan presiones, por lo que no sufren los talones y los metatarsos, ya que se distribuye la presión en toda la planta. Por lo demás, la suela es curva en sus partes delantera y trasera, con lo que aporta, al caminar, los beneficios habituales del calzado fisiológico.

Chung Shi, la inspiración asiática
Un último calzado innovador es el Chung Shi. Aunque el nombre es chino, la empresa es alemana. Chung Shi cuenta con diferentes líneas, pero la que vamos a destacar, por ser la que más se diferencia del resto, es la que utiliza el sistema que han denominado AuBioMo (Movimiento Biomecánico Automático). Basándose en la costumbre asiática de caminar sobre esteras de bambú para mejorar los dolores de espalda, pies y piernas, Chung Shi ha desarrollado un calzado con un diseño totalmente diferente, que cuenta con una barra de rodillo central, que sostiene el pie de una manera única, lo que mejora la alineación corporal, reduce el estrés en la musculatura y reduce el impacto en la columna vertebral. Este calzado permite permanecer quieto apoyado en la parte trasera, con el talón más bajo que la punta (como los calzados de talón negativo, tipo Earth), lo que favorece una correcta postura de la espalda o buscar el equilibrio en el centro, haciendo trabajar la musculatura. Además cuenta con un punto de presión de reflexología, que mejora la circulación de las piernas.
Seguramente nos olvidamos de algunas marcas. Lo cierto es que el mercado del calzado de bienestar está creciendo a grandes pasos y cada vez es más difícil abarcarlo todo. Y habrá que estar atento, porque seguramente en los próximos años seguirán apareciendo aportaciones y mejoras sobre el concepto inicial.